Es la extracción de un diente que está completamente visible sobre la encía, sin necesidad de realizar incisiones o cirugías adicionales. Este procedimiento se realiza generalmente bajo anestesia local y utilizando fórceps (pinzas) para extraer el diente. Es un procedimiento relativamente sencillo y rápido, que suele durar unos minutos.
El proceso de una extracción dental simple:
Anestesia local.
Aflojar el diente.
Extracción.
Control de hemorragias.
Instrucciones postoperatorias:
El dentista proporciona instrucciones sobre cómo cuidar la zona después del procedimiento, como evitar alimentos calientes o duros, enjuagues con agua salada y analgésicos si es necesario.
Motivos comunes para una extracción dental simple:
Caries severas o daños estructurales que no pueden ser reparados.
Periodontitis grave que causa pérdida ósea y aflojamiento del diente.
Dientes de leche que no se caen naturalmente y pueden causar problemas.
Para crear espacio en el arco dental durante un tratamiento de ortodoncia.